miércoles, 22 de abril de 2015

Cuento del que todo se lo creyó

     El  cuento del que todo se lo creyó, del que mandó. De la ignorancia de los demás el político y el sindicalista  se vinieron  a aprovechar,  que los trabajadores perdieron lo que ganaron  en épocas atrás, que usted  puede comprobar la mentira o la verdad de cada cual. Que este cuento te dice la verdad,  que como cuento debe quedar, ya que  políticos y sindicalitas no quieren escuchar la verdad de los demás, nada más de lo que le acarrea su mando y  bienestar; fastidiando a los demás, por donde sus charlas dan en cualquier lugar que los puedas encontrar, cosa de reírse de los demás.

   Lo que la dictadura dictó que a  todo trabajador benefició, ya  que con los cinco años de cotización su  pensión  le quedó y  el  medicamento que el medico le recetó libre de pagos quedó. Que  todo medicamento en  la  seguridad  social  entró.
Y hoy  te rompe el bolsillo y el corazón ya que por todo debes pagar sin rechistar.
Ya, ya. La democracia para los que en el mando están con escolta y demás, ya que Tráfico jamás los parará,  y tú si bienes detrás las consecuencias pagarás. Que al reclamar la denuncia que tal vez te pondrá, y si crees  que  no es justa, reclamar el doble  te costará. En épocas pasadas todo podías reclamar  sin pagar una peseta  más.

   Que la  democracia en España todo  arruinó, que para cobrar el trabajador su pensión  la democracia  veinticinco años más le aumentó, y el  medicamento ya  en la seguridad social  todo no  entró,  y  libre total del pago del medicamento que el medico le recetó ya no quedó. Ya que hay que pagar a políticos y demás sin saber que hacen ni donde están.
Maldita desgracia al trabajador le tocó con los veinticinco  años que la democracia al trabajador de cotización  le aumentó.  Que con los  trabajadores no se  contó el aumento de cotización. YA.YA con el trabajador, de que van a contar ya que se  opondrán  a esto. Será  una dictadura  más en contra  del  trabajador de cualquier lugar.

    La perdida  de  bienestar  del  trabajador, el  beneficio  que el político  y  sindicalistas recogió,  sin  pedir  perdón.  Y el  tiempo todo lo malgastó echándole al trabajador  la culpa  por no haber  ido a la  manifestación que el sindicato y  el  político organizó; diciendo  que en esta vida todo  se solucionó con los que acudieron a su manifestación.  Ya.ya  que para eso se fundó, que el funcionario político y sindicalista su jornada  bien cobró,  fastidiando al que sin trabajo se quedó por acudir a la manifestación, ya que no hubo producción y el empresario se arruinó,   quedándose llorando en un rincón. Que de  pena murió como el ruiseñor pajarillo que por fuerza en la jaula entró.

    Que triste quedó el que fue a la manifestación al ver muerto a su querido patrón en tan pequeño rincón. De penitencia el trabajador se echó que jamás iría  a otra manifestación  al ver muerto a   su querido patrón, que en  su sueño resucitó, de alegría  saltó y con este cuento la fábrica funcionó. El sueño del ignorante del que nunca resucitó, que fue su querido patrón que le manifestó a su asalariado el hambre  que en los años 1.945 pasó  hasta que en el año 1.965 que la fabrica fundó, hasta el año 2.015 que el sindicato y el político lo arruinó. Quedando muerto en este triste rincón, lo mismo que el ruiseñor que en la jaula se le encerró, que de tristeza murió. Lo mismo que su querido patrón que el sindicato y el político lo  arruinó y este cuento se terminó de la verdad de lo que pasó  que ningún muerto en esta vida resucitó del cuento de toda religión. El sueño que este asalariado creyó y cuando despertó todo en cuento quedó. Menos   el paro que se aumentó  con el cuento que políticos y sindicato llevó.   Que el  paro  se aumentó. Que desgraciadamente  al más ignorante le tocó desde el año 1.978  que la democracia en España  mandó. Desgracia que a todo español le tocó, que todo impuesto se aumentó con todo el que mandó. Que su chaqueta de color se  cambió, con la charla que nos echó que de acuerdo todo político quedó  para subirse su   pensión.  
 Marino Ramírez Trassierra

No hay comentarios:

Publicar un comentario